¡Hey a todos! Aquí estamos de nuevo. Sí, reconozco que nuestro ritmo de aparición es más lento que el caballo del malo ¡Pero qué se le va a hacer! Imagínense que esto es como una publicación o catálogo mensual.
Hoy tenemos con nosotros a un artista que últimamente me ha atrapado y del que nunca imaginé que fuera a aparecer en nuestro microespacio...
Estamos hablando de Nick Drake: cantautor inglés de efímera existencia que en el período comprendido entre 1969 y 1972 publicó únicamente tres álbumes de estudio, que son básicos para todo aquél que esté interesado o que busque una música plena de lirismo críptico y de esencias british a lo William Blake. Música de una intensidad serena, marcada por una profunda y melancólica personalidad que fue llevada hasta las últimas consecuencias -como fue el caso de su último disco: "Pink Moon"-.
Según se cuenta, para Nick Drake sus dos trabajos previos -titulados "Five Leaves Left" y Bryter Layter"- pecaban de sobreproducción en cuanto a los arreglos de viento y cuerda. Ante esta situación, Nick decidió imponer en adelante su visión y su idea musical, más limpia y pura. Para ello inició una nueva sesión de grabaciones con la presencia únicamente de una guitarra acústica y un piano. Ya finalizadas, llevó las grabaciones a Island -su compañía discográfica- donde tras escuchar el material recibido creyeron que en realidad se trataba de una maqueta debido a su aplastante sencillez... Pero no, eso era su tercer álbum, "Pink Moon": piano, guitarra acústica y voz desnuda.
Como partícipe del círculo de Folk-Rock británico -junto a gente como Fairport Convention o la Incredible String Band- Nick destacaba por su habilidad a la hora de hacer vivir las letras y las palabras. Por contra, en el apartado instrumental su personal guitarra no de las más virtuosas o enrevesadas, pero sí que se puede decir que es una de las más llamativas y particulares. Y eso, en estos días en el que lo homogéneo y lo estándar nos está comiendo, ya me parece meritorio...
Esa es la razón por la que se encuantra aquí.
De la última gran obra de este desaparecido genio vamos a escuchar una escueta y ensoñadora instrumental acústica titulada "Horn":
Lo que acabamos de escuchar es en mi opinión y con toda seguridad, aunque parezca formalmente lo contrario, en su esencia una de las reacciones más fieras y a la vez cálidas, recogidas o minimalistas que un artista se haya atrevido a realizar contra los dictados del ya por entonces abigarrado, retorcido, perverso y cegado mundo de la industria musical.
Nos despedimos por hoy con una de las mejores muestras de lo que fue su segundo trabajo de 1970 "Bryter Layter", en la que la guitarra de Nick Drake estaba pulsante, latente... aunque en un segundo plano, un tanto ahogada por los arreglos -excelentes, eso sí- de cuerda y saxofón ingeniados por Robert Kirby.
Os dejamos con "At The Chime Of A City Clock":
Drake es hipnotico!
ResponderEliminarGrandisimo Drake!!! Por qué los mejores tienen que morir tan pronto!!!
ResponderEliminarUn saludo, VH!!!
Asombroso!! El minimalismo de Hom me ha sorprendido a la vez que me ha gustado. Tiene un algo que te engancha.
ResponderEliminarUn saludo!
Adoro "Pink Moon": la mayor expresividad con la menor cantidad de medios. Siento escalofríos sólo de pensar en tan perturbadora obra maestra.
ResponderEliminarSaludos.
Tsi: es una de sus múltiples cualidades, sí:)
ResponderEliminarLinkshander:pues no lo sé, pero así parece ser. O por lo menos es que se les echa tanto de menos que eso eso es lo que parece...
$.M.K: "Horn" es que me parece algo arrebatador, sublime y todo un desafío silencioso.
Gonzalo Aróstegui Lasarte: cierto, es que no se echa en falta ningún acompañamiento más: él, su guitarra o un piano y ya está:)
¡¡Saludos a todos!!